lunes, 7 de septiembre de 2009

PROYECTOS QUE MATAN




El caso de los pozos de agua contaminados con arsénico en Bangladesh






Durante la década de los 70´s los habitantes de las comunidades más pobres de Bangladesh consumían aguas superficiales de ríos y estanques, pero estas aguas contenían un alto nivel de contaminantes y patógenos que causaban a la población enfermedades diarreicas y posteriormente la muerte.
Ante las altas tasas de mortalidad por diarrea, organismos internacionales y el Gobierno de Bangladesh pusieron en marcha un proyecto para abastecer de agua, libre de contaminantes, a la población. Dicho proyecto consistió en la construcción de pozos para la extracción de aguas subterráneas, ya que se pensaba que estas aguas eran de calidad y estaban aptas para el consumo humano. Sin embargo, el proyecto fue llevado a cabo sin hacer previos estudios acerca de la calidad del agua, ya que, según versiones del gobierno, en aquellos años aun no se acostumbraba a hacer estudios hidrogeológicos. En este sentido, las organizaciones internacionales que participaron en el proyecto- ONU, FAO y UNICEF- ya tenían conocimiento de otros casos en los que el agua subterránea presentaba un alto nivel de contaminación por arsénico, sin embargo, prefirieron hacer caso omiso de ello y seguir adelante sin tomar precauciones.
En los años 90´s, la población que consumía el agua extraída de pozos construidos por la cooperación internacional y el gobierno, empezó a presentar signos de envenenamiento por arsénico. Envenenamiento que produjo en la población patologías dérmicas, renales, pulmonares, cancerígenas y cardiacas, que hasta la fecha siguen matando a un número elevado de personas.
Millones de enfermos y un alto número de personas muertas, hicieron que el gobierno de Bangladesh así como la cooperación internacional reconocieran que el agua de los pozos contenía arsénico en proporciones elevadas, por lo que se dieron a la tarea de marcar de rojo los pozos que contenían aguas contaminadas con el metal y con verde los que estaban libres de este. Sin embargo, estas acciones han sido insuficientes, pues el número de pozos existentes es alto y en muchas comunidades es el único medio por el cual se puede obtener agua, por lo que pese a que tienen conocimiento de que el agua esta contaminada la siguen consumiendo.
Conclusiones:
1. El proyecto de los pozos fue hecho a la desmesura, pues se quería bajar rápidamente la tasa de mortalidad por diarrea. En este sentido, considero que cualquier proyecto que ponga en juego la vida humana, debe ser elaborado con tiempo y bajo el respaldo de un grupo de expertos que abalen la seguridad y viabilidad del proyecto.
2. Pese a que se ha reconocido que hay una intoxicación masiva por el arsénico, no se ha llevado a cabo un proyecto efectivo que frene la intoxicación de los habitantes, pues no se han buscado métodos efectivos de purificación de aguas superficiales, lo cual ha generado que los habitantes sigan consumiendo aguas contaminadas.

Ante esto, los habitantes de Bangladesh se preguntan ¿Qué es mejor? ¿Intoxicarse con arsénico o morir de diarrea? ¿Tomar agua contaminada o morir de sed? Es una encrucijada…. De la cual no pueden escapar y no tienen opción….

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