lunes, 7 de septiembre de 2009

DEMOCRACIA PROFUNDA


Esta lectura nos invita a reflexionar sobre el actual sistema pseudo-democrático que prevalece en la mayoría de los países del mundo, y hablo de sistemas pseudo-democráticos, porque en la mayoría éstos existen problemas de desigualdad social, lo cual refleja, claramente, que los gobernantes viven de la política y no para la política y en este sentido, sirven a intereses particulares (intereses de la élite económica y política) y sus políticas no reflejan en lo más mínimo las aspiraciones de la mayoría de la población.


Ante el deterioro de la calidad de vida y la negativa de los gobiernos por atender los problemas de pobreza, la población encuentra como mecanismos de defensa la lucha armada o la formación de asociaciones o sindicato.


Appaduray plantea que el mejor mecanismo de defensa que tiene la población más desfavorecida, es la formación de organizaciones. Nos presenta el caso de la ciudad de Mumbay (se localiza al oeste de la India), en esa región se formaron tres organizaciones que tienen como objetivo principal atender los problemas de pobreza urbana, dichas organizaciones se conformaron posteriormente en una sola organización denominada “Alianza”, esto con el objetivo de hacerse visibles dentro del sistema político para que fueran escuchadas sus demandas y a su vez para que los integrantes de las distintas organizaciones lograran generar mejores condiciones de vida para sus comunidades.


En este sentido, las organizaciones fungen como portavoces de la población, ya que en ellas hay un número importante de personas que viven a diario la marginación y la pobreza, por ello… eso es a lo que el autor denomina “Democracia Profunda”.


Con esta lectura me he dado cuenta de que el ideal de democracia directa que Norberto Bobbio plantea como lejana, es posible, pues en éstas organizaciones los ciudadanos “tienen el derecho de tomar las decisiones que les atañen, y no sólo el de elegir a las personas que decidirán por ellos”.
Concluyendo, podemos decir, que este caso nos deja como lección, que es necesario que la población más desfavorecida se organice para que se haga escuchar tanto a en su país como a nivel internacional, para que de ésta manera se les tome en cuenta como un grupo que exige, que demanda, que no es más “un grupo marginado”, sino un grupo de personas que por el solo hecho de ser humanos tienen derecho a tener una vida digna.

CASO: MODELO PARTICIPATIVO DE GESTIÓN



Descripción general del caso:



En 1993, se le otorgo a
Aguas Argentinas s.a. (AAsa) la concesión de la gestión de los servicios de suministro de agua y saneamiento de la ciudad de Buenos Aires y otros 17 municipios vecinos. La ambición de la empresa de hacer llegar 700 litros de agua a todos los habitantes se vio frustrada; el consumo per capita de agua era de los más altos del mundo, mientras que gran parte de la población de la periferia no tenía acceso al servicio de agua, y aún menos al de saneamiento. En 1993, de los 9.2 millones de habitantes de la zona de concesión, sólo el 66% tenía acceso al suministro de agua y un 53% al saneamiento, debido a que en la zona se encontraban muchos asentamientos irregulares. El contrato de concesión no mencionaba específicamente ni a los vecinos excluídos de facto por encontrarse fuera del entorno planificado (como las villas miseria) ni a aquellos para los cuales los métodos usuales de expansión son económicamente inasequibles.
Desde el principio,
AAsa trabajó en diversas experiencias con los municipios y ONGs de los barrios. Desde 1999, se estableció el Programa Barrios Carenciados en colaboración con la Agencia reguladora (ETOSS). En esta línea se desarrolló el Modelo Participativo de G
estión, poniéndose en marcha en 40 casos en 2003.

Actores:

AAsa
ETOSS (Ente Tripartito de Obras y Servicios Sanitarios
OBC (Organización de Base Comunitaria)
ONG´s (Fundación Riachuelo, Eva Siglo XXI, entre otras)

Descripción del Modelo Participativo de Gestión:

La estartegia se basó en un método participativo que vinculara a todos los participantes para la consecución de soluciones beneficiosas para todas las partes. Además del suministro de agua y del saneamiento, el programa buscaba el refuerzo del papel institucional para garantizar la sostenibilidad del proyecto.
Las implicaciones de este programa incluyen no sólo la dimensión social de la salud pública, sino también temas más profundos como la obtención de la propiedad del suelo o de la ciudadanía. Un aspecto particular del
MPG es que no requirio que la propiedad del suelo estubiera regulada antes del inicio de los proyectos. El propio MPG permitío facilitar un proceso de regularización porque cuando la municipalidad llego a acuerdos y participo con los implicados en el proyecto, reconocio la legitimidad de los ocupantes de los terrenos. Los residentes, por otro lado, a través de su participación en los proyectos del MPG mejoron su capacidad de organización para conseguir ese proceso de regularización de sus títulos de propiedad y de mejora de sus condiciones de vida.

Resultados:

El programa posibilitó resultados concretos para los habitantes de estas zonas de escasos recursos: el acceso a los servicios de suministro de agua y saneamiento, así como la regularización de su propiedad.

Conclusiones:

El Modelo Participativo de Gestión es un programa viable y benefico para las familias de escasos recursos, que viven en asentamientos irregulares y que por ello carecen del servicios de agua potable.
Es un programa bueno, porque involucra a la comunidad en la solución del problema y también involucra a las ONG´s y al gobierno local.
Sin embargo, recordemos que el gobierno argentino le retiro la concesión a la empresa Aguas Argentinas ¿Sera que incurrió en iregularidades? o será que ¿El agua que suministraba no cumplia con las normas de calidad?
Esto me deja pensando si es bueno o no privatizar el agua…. Y también, me deja reflexionando acerca la viabilidad de cualquier proyecto que provenga de la iniciativa privada, porque en un principio puede que sea bueno, pero después puede tener fallas y vicios…

EL DERECHO A LA CIUDAD


“Somos parte de la ciudad y sin embargo, no somos esenciales para su transformación”


La ciudad es un espacio artificial construido por el hombre, por ello se transforma a la misma velocidad que la sociedad. Como dice David Harvey “el hombre cambia cambiando la ciudad”. Las transformaciones en la ciudad requieren de la energía colectiva para formar nuevos procesos de urbanización.

En este sentido, David Harvey concibe el Derecho a la Ciudad como “la libertad que tiene el ser humano de hacer y rehacer la ciudad”.

Harvey considera que la urbanización depende de personas con poder económico, por lo tanto existe una estrecha conexión entre el desarrollo del capitalismo y la urbanización.

Las revoluciones urbanas se han dado principalmente a dos ciclos económicos:
1. Las crisis económicas.
Durante este ciclo económico el principal gestor de las transformaciones urbanas es el gobierno, dado que reactiva la economía por medio de la inversión pública en infraestructura.
2. El auge o expansión económico
Durante el auge o expansión económica el que gesta las transformaciones es el sector empresarial, ya que construye todo tipo de infraestructura de acuerdo a sus necesidades para llevar a cabo la producción o transacción de mercancías o bien, para llevar a cabo transacciones financieras.

En este sentido, las transformaciones urbanas no han sido únicamente una cuestión de infraestructura, sino también una cuestión de cambios en la forma de vida de cada individuo. Sin embargo, aunque en todos y cada uno de nosotros inciden las transformaciones, solo el gobierno y las personas con poder económico pueden gestar los cambios en la ciudad.

El Derecho a la Ciudad, ese derecho de hacer y rehacer, se encuentra en manos privadas, esto trae como consecuencia que los espacios públicos sean privatizados y que las áreas urbanas se dividan en zonas ricas y pobres.

Existen, pues, dos tipos de ciudades en una, una en la que se encuentra el planeta de los edificios y otra en la que se encuentran los cinturones de miseria.Desde mi punto de vista, actualmente las transformaciones urbanas se gestan de manera unilateral, por ello, la gente común y corriente no tiene derecho a opinar y solo debe limitarse a adecuarse a las transformaciones. Por ello es imperante que la sociedad se organice y exija su “Derecho a la Ciudad”, ese derecho que por el solo hecho de ser habitante de la ciudad le corresponde, ese derecho de cambiarse cambiando la ciudad.

PROYECTOS QUE MATAN




El caso de los pozos de agua contaminados con arsénico en Bangladesh






Durante la década de los 70´s los habitantes de las comunidades más pobres de Bangladesh consumían aguas superficiales de ríos y estanques, pero estas aguas contenían un alto nivel de contaminantes y patógenos que causaban a la población enfermedades diarreicas y posteriormente la muerte.
Ante las altas tasas de mortalidad por diarrea, organismos internacionales y el Gobierno de Bangladesh pusieron en marcha un proyecto para abastecer de agua, libre de contaminantes, a la población. Dicho proyecto consistió en la construcción de pozos para la extracción de aguas subterráneas, ya que se pensaba que estas aguas eran de calidad y estaban aptas para el consumo humano. Sin embargo, el proyecto fue llevado a cabo sin hacer previos estudios acerca de la calidad del agua, ya que, según versiones del gobierno, en aquellos años aun no se acostumbraba a hacer estudios hidrogeológicos. En este sentido, las organizaciones internacionales que participaron en el proyecto- ONU, FAO y UNICEF- ya tenían conocimiento de otros casos en los que el agua subterránea presentaba un alto nivel de contaminación por arsénico, sin embargo, prefirieron hacer caso omiso de ello y seguir adelante sin tomar precauciones.
En los años 90´s, la población que consumía el agua extraída de pozos construidos por la cooperación internacional y el gobierno, empezó a presentar signos de envenenamiento por arsénico. Envenenamiento que produjo en la población patologías dérmicas, renales, pulmonares, cancerígenas y cardiacas, que hasta la fecha siguen matando a un número elevado de personas.
Millones de enfermos y un alto número de personas muertas, hicieron que el gobierno de Bangladesh así como la cooperación internacional reconocieran que el agua de los pozos contenía arsénico en proporciones elevadas, por lo que se dieron a la tarea de marcar de rojo los pozos que contenían aguas contaminadas con el metal y con verde los que estaban libres de este. Sin embargo, estas acciones han sido insuficientes, pues el número de pozos existentes es alto y en muchas comunidades es el único medio por el cual se puede obtener agua, por lo que pese a que tienen conocimiento de que el agua esta contaminada la siguen consumiendo.
Conclusiones:
1. El proyecto de los pozos fue hecho a la desmesura, pues se quería bajar rápidamente la tasa de mortalidad por diarrea. En este sentido, considero que cualquier proyecto que ponga en juego la vida humana, debe ser elaborado con tiempo y bajo el respaldo de un grupo de expertos que abalen la seguridad y viabilidad del proyecto.
2. Pese a que se ha reconocido que hay una intoxicación masiva por el arsénico, no se ha llevado a cabo un proyecto efectivo que frene la intoxicación de los habitantes, pues no se han buscado métodos efectivos de purificación de aguas superficiales, lo cual ha generado que los habitantes sigan consumiendo aguas contaminadas.

Ante esto, los habitantes de Bangladesh se preguntan ¿Qué es mejor? ¿Intoxicarse con arsénico o morir de diarrea? ¿Tomar agua contaminada o morir de sed? Es una encrucijada…. De la cual no pueden escapar y no tienen opción….